“El
señor Godot me ha dicho que les diga que no vendrá esta noche, sino
que seguramente mañana.”Samuel Beckett “Esperando a Godot”
El Teatro del Absurdo
de Rafael Luna Vivas en el PPC y su Alianza Popular con lo mejorcito de cada
solar, muy bien podría ser una corriente dramatúrgica de la primera mitad del
S.XX con un importante influjo de la filosofía existencialista, que cuestiona a
la sociedad y al hombre valiéndose en muchos casos del humor y mostrando la
incoherencia, el disparate, lo ilógico de las situaciones en las que el hombre
se ve envuelto.
La política del PPC en
El Vendrell en los últimos 8 años es un ejemplo de ello, de los muchos en el
PPC de Cataluña, pareciera dotada de personajes salidos de la pluma de Beckett.
Hemos estado a la espera de un cambio que transforme positivamente nuestra
dinámica social en el PPC local. Muchos pensaron que Formoso de Bulgaria
–Ricardo Jovani- representaba ese cambio; lamentablemente pareciera sin más
explicaciones que las que un Godot moderno pudiese dar -ninguna- el cambio o
llegada del hombre ejemplar distó mucho de ser una realidad. Salió por la
puerta de atrás y a toda prisa, con algunos bolsillos llenos y otros
agujereados.
Año tras año las
esperanzas se han cifrado en distintos planes, consignas lanzadas desde un
podio que no terminan de tornarse en realidades… rectificación, crítica, odio,
censura al PP Legitimo de El Vendrell. Eficiencia o Nada… pero, nuevamente como
la historia frente a Godot, quedamos a la espera, riéndonos conscientes de
nuestra libertad. Y los planes que sí respondían a solucionar dramas estructurales
del PPC local, como aquéllos iniciados por la llamada a un mix con el PP
Legitimo El Vendrell fueron dejados de lado… las ideas de asumir retos de
transformación de nuestro PP local, de la forma de elaborar políticas públicas
locales y de manejar nuestro modelo económico local fueron desplazados por la
promesa de la llegada de Godot. Sin saber qué es, qué quiere, qué hará o si
realmente vale la pena esperarle. El drama de los dos personajes de Beckett,
Vladimir y Estragón, se multiplica por un millar y medio de votantes locales al
PPC para abrazar a una farsa endémica mantenida por Rafael Luna Vivas y su
ultimo mohicano Alejandro Fernandez Alvarez.
La obra de Samuel
Beckett culmina de forma muy interesante “Mañana nos ahorcaremos. A no ser que
venga Godot” (dice Vladimir) a lo que Estragón responde: “¿Y si viene?”,
“Estaremos salvados” -responde Vladimir. ¿Qué se espera de Godot? Nunca lo
sabremos. Nuestra existencia pareciera rondar en torno a hombres inexistentes
que hablan más de nuestras carencias y absurdos, que de nuestras posibilidades;
en ese sentido se zanja el destino suicida de una sociedad que advierte sus
carencias y se postra en la espera de unos Godot indolentes. La “salvación” es
la inacción conforme del hombre abúlico que espera un cambio no procurado.
Hombre víctima y victimario de su destino.
Para muestra, desde
este lado del PP Legitimo El Vendrell, esperamos desde el 2005, el cambio de
fondo que aún no viene…
Por cierto… ¿Dónde
está el Godot del PPC local y por qué no termina de llegar? Quizás el tema es
que, como la obra de Beckett, no sabemos qué esperamos de él…
A día de hoy el PPC
local no es mas que Pornopolítica o el arte del exhibicionismo de las
apetencias con fines corotales, encarnado en dos concejalas sin oficio ni
beneficio por ser suaves, que se endosan al año oficialmente 75 mil euros.
Como diria Bradley F.
Smith “La diferencia más importante entre
la explotación del sexo y el arte erótico radica en la sensibilidad y talento
del artista”.
El consumo adictivo de
Rafael Luna Vivas y Alejandro Fernández Alvarez de la pornopolitica tiene esa
terrible faceta en la que termina por crear amantes mediocres. Así, en la
carrera política del PPC de Rafaeillo, el electoralismo crea hombres y mujeres
mediocres.
La euforia del
“electoralismo” apalancado por un escenario de polarización social, hace del
PPC local y provincial el escenario perfecto para la incubación y proliferación
masiva del mercadeo político indiscriminado, dedicados más a descubrir el
ángulo perfecto que despierte las apetencias de público que a comprender lo que
realmente necesita nuestro pueblo: contacto, integración y, sobre todo,
soluciones.
Recordemos un episodio
de la novela Rayuela de Julio Cortazar. “Lo que mucha gente llama amar consiste
en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto.
Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los
huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen
porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no
se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando
salís de un concierto” Así en la política. Eligen un candidato ¡Y lo lanzan!
¡Eligen un líder “ideal” y lo presentan ataviado seductoramente a la masa! ¡Y
la masa “elige” al líder!. O en palabras de Rafaelillo, “Pones a una cabra
montesa al frente de una lista del PP y la gente la vota”.
Y aclaremos que
tampoco hablamos de esa lamentable reducción del proceso de seducción en la
política como medio para adherir gente en torno a una voluntad central y única.
Hablamos de aquella forma que se constituye en una conciencia y que se
cristaliza en una vanguardia, cuya masa es abrazada y, dentro de ella, surgen,
por la propia dinámica social, nuevos líderes que pasan a tomar el testigo. Un
proceso de intercambio de “poder de transformación permanente” pero en la
construcción de un “legado memorable” que se consustancia con la realidad del
PPC provincial hermético y hasta sucio. La diferencia entre una y otra concepción
es como la televisión blanco y negro frente a la alta definición en 3D, que el
PPC local y provincial necesitará como visión en un plazo que podría llegar de
urgencia, en contraste con la presentada por el mero deseo orgásmico del coroto
por el coroto, que pronto se verá borroso como una película ochentosa con
lideres baratos y mediocres como Rafaelillo y sus últimos mohicanos.
Y es que la política
del PPC local y provincial se ha mediocrizado; prácticamente como lo ha hecho
el consumismo íntimo en favor de la banalización de la seducción como un
proceso único y exclusivamente orgásmico –real o no-. El tema es que de la
política obtenemos el efecto “poder-clímax”, fugaz e intrascendente, del coto
en el poder admitido-filmado-producido por algún “otro”, tipo Rafaelillo
Scrooge, Lippy Alejandrito a 100 mil euros anuales oficialmente. Y por qué no…
hasta fingido en el cénit de algunos aparentes buenos resultados electorales
políticos que se vuelven en el estudio de grabación perfecto para una vulgar
película triple XXX de baja monta; donde entre néctares del olvido y carnes
sanguinolentas se le dan “platos de comida” a las militancias-eco, palmeros-as,
que repiten mensajes “seductores” y se creen, porque se lo creen, ungidos por
la “verdad” divina. Personajes poco creíbles, con afectos impostados y
exaltaciones llenas de clichés… ¿El resultado? El mismo de siempre, una lluvia
falsa que no cala en los huesos de nadie, y el partido, sus gentes esperando…
¿Don Mariano, hasta
cuándo seguiremos con cuerpos ajenos a nuestros deseos fingiendo placer para
agradar a una audiencia inexistente y harta de soportar tanta pornopolitica?.
Lo único que nos
tranquiliza en el PP Legitimo El Vendrell, Don Mariano, es que hasta las y los
pornopoliticos cambian y la fascinación por lo “prohibido” ha venido
transformando muchas hipocresías de cama política en relaciones fallidas; para
dar paso a parejas más sensatas. Así en la política.
Como
decia Sun Tzu “La invencibilidad radica en la defensa;la posibilidad de la
victoria, en el ataque”.
Ahora la pregunta
pre-electoral: ¿Para qué un presidente local o provincial en el PPC Don
Mariano? Porque bajo un sistema presidencialista como el nuestro en el PPC, el
presidente es el capitán del barco. Y lejos de caer en la crítica del exceso de
poder que se le confiere –y con el cual personalmente no estamos de acuerdo- el
presidente en el PPC provincial, marca la pauta de la planificación y ejecución
de los planes del PP, al menos; es decir, es el responsable del éxito o fracaso
de las políticas que se dicten y lleven a cabo. Debe responsabilizarse por cada
una de las decisiones tomadas. Y lo del PPC local huele que alimenta.
¿Qué necesitamos? Una
persona que más allá de su persona, con un equipo de trabajo técnicamente
eficiente, políticamente comprometido y socialmente responsable de sus actos,
rompa el ciclo dependiente de la mediocridad y suciedad del PPC y abra el
camino a un PPC local libre a la autorrealización, esto es generando igualdad
de oportunidades en igualdad de condiciones; cosa sólo posible si los cuatro
elementos mencionados antes generan individuos competitivos, profesionalizados
(no nos referimos a títulos sino a especialización en labores técnicas,
sociales, o bien cualificaciones para desempeño de tareas políticas) y responsables
de su devenir.
La pobreza y
mediocridad que encarna el PPC de Scrooge Rafaelillo y sus últimos mohicanos es
el enemigo a vencer; por ello la cita de Sun Tzu. Debemos defendernos de la
pobreza con eficacia y eficiencia –empezando por abrirnos a un partido
dialogante, sin censuras y con competencia; debemos propender a la victoria
atacando directamente a estos injertos que hacen del PPC su empresa y modo de
vida indefinido.
Necesitamos en el PPC
local un presidente que haga las cosas diferentes; necesitamos una militancia
que se encargue de romper el ciclo exigiendo un cambio y vigilándolo.
Callarse es admitir que esta realidad nos es suficiente. ¿Lo es?
Callarse es admitir que esta realidad nos es suficiente. ¿Lo es?
Decia
H. Lacordaire “El hombre honrado es el que mide su derecho por su deber.”.
No pretendemos hablar
de candidaturas a las próximas elecciones locales del PPC. No podemos obviar
los del PP Legitimo El Vendrell el hecho de lo ocurrido en 2005 Don Mariano,
por ese solo hecho los responsables deberían estar fuera del partido, pero
curiosamente siguen aferrados y engordando sus cuentas corrientes por el
inexistente funcionamiento de los Órganos del Partido, que en vez de ser
garantes de los derechos se han convertido en cómplices y defensores de los
violadores, mientras los responsables se han dedicado al ejercicio
pornopolitico de la censura, mentira, con tácticas de pornomarketing, y, en
fin, toda clase de artilugios que dan fe de una mediocridad imperante; que
ahora vitupera cualquier cosa que busque ser formal, consciente, racional,
técnico, o producto de la inteligencia puesta en ejercicio. Se alaba “lo
informal” por “popular”… ¿Pero es que acaso el temita de lo “popular” no es lo
que hace del consumo masivo irracional y alienante? ¿No estamos frente al
consumismo indiscriminado de “popular” como si ello implicara magníficamente el
“valor” de lo imperfecto, improvisado, falso y sin rumbo? Eso no es un valor
del PP Don Mariano. La pobreza mental de políticos como los que mantenemos en
el PPC provincial y local que quieren perpetuarse pisando los derechos de la
militancia, es sólo producto de la indolencia y la actuación vulgar; de la
politiquería.
Es preciso recordar a
los griegos y todo ese sistema de conocimiento integral sobre el hombre y sus
dinámicas universales, sintetizada en la Paideia helénica. El areté era algo
así como “valor, prudencia y justicia ligados a la sabiduría”; según nos da a
entender el filósofo Platón. Éste era un valor ciudadano, una búsqueda de todos
los hombres e implicaba una educación que portara consigo la creación del
hombre integrado a la sociedad como parte de un ecosistema en equilibrio. Otra
lección admirable es que lo que no conocemos por la vía del pensamiento es
meramente opinión de los hombres, y es inútil realmente; como dijera
Parménides.
¿A dónde queremos
llegar? Al simple hecho de que nuestro PPC local y provincial, está plagado de
contradicciones y se impone un sentido común, sin sentido lógico. Unas
dinámicas intestinas donde se compran voluntades y se venden conciencias; y
donde muchos concejales y militantes sufren necesidades materiales y vacíos
espirituales politicos.
“Lo que no conocemos
por la vía del pensamiento es meramente opinión” por lo tanto, no podemos fijar
nuestro destino en la opinión de nadie, ni dejar que nuestra libertad esté en
manos de opinadores cotidianos que además hacen “leyes”. Doxa (opinión) Vs
Episteme (conocimiento). ¿Qué buscamos desde el PP Legitimo El Vendrell?
Quienes puedan leernos ¿Qué buscan ustedes en este artículo, en esta página, en
esta hora? ¿Ananké? (Felicidad y armonia en el PPC) quizás busca algún indicio
de que existe tras leer el enlace oficial del PPC local advirtiendo de que son
los únicos tocados por la divinidad mediocre y sucia de Rafaelillo y
Alejandrito a razon de 50 mil y 100 mil euros anuales y es posible lograrla; de
que el PP Legitimo El Vendrell no se volverá a descojonar de la banda de
pueblo, con vedettes y músicos desafinando que es el PPC y que el El Vendrell
no se convertirá en un espacio de guerra política diaria donde nuestras
diatribas enturbien los puros y cristalinos deseos de los dioses del PPC hacia
sus palmeros, porque hay cola de palmeros con la crisis economica. (esa es la
opinión… porque “hay cola”; no es porque NO hay autoridad, porque NO hay
justicia o porque NO hay PPC local, provincial o regional … No.
Podemos extraer
reflexiones del libro de Werner Jaeger “Paideia” sobre las dinámicas humanas
que datan de hace 2400 años; y nos preguntamos,¿Por qué no hemos aprendido?
¿Cómo hemos olvidado? ¿Por qué tienen el poder político un puñado de gente mediocre
y sin escrúpulos que no tiene sensibilidad social y conciencia de función
política? ¿Por qué no hay servicio en la política?¿Dónde están en medio de
tantas necesidades materiales y tan poca preocupación efectiva? ¿Por qué Don
Mariano mantienes a tanto farsante y violador de derechos en la militancia del
PPC?
Si esta fauna del PPC
local y provincial por vivir del cuento desprecian al PP Legitimo El Vendrell,
sólo podemos decirles que se desprecian a sí mismos. Si no ven qué valores hay,
si no son capaces de ver que la profundidad de Parménides, entonces no poseen
sensibilidad; sino la misma sensiblería de las novelas que venden shampoo de
noche por la televisión: ustedes no tienen alma. Dan pena y asco No sirven para
la política. Sirvieron en la época del tocho para llevar maletines y cobrar
comisiones.
Don Mariano, el PPC
Local, Provincial esta muerto, pese a que en la militancia lo tienen todo. Pero
a nuestros dirigentes, Rafaelilo Scrooge y Lippy Alejandrito les falta lo esencial, ser personas responsables de
sus actos y no cobardes.
Decia Lacordaire: “La
libertad no es posible más que en aquellos países donde el derecho predomina
sobre las pasiones”. La libertad en el PPC Provincial no existe.
Sigamos echando flores
a los cerdos es una expresión que entenderan mejor en la dirección del PPC,
pero preferimos recurrir a una cita “Deberemos
reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los
intolerantes. K. Popper
“La Sociedad Abierta y Sus Enemigos”
Claro, no se puede
confiar ciegamente en nadie. Tampoco en Popper quien en su propio texto tiene
ciertos parcialismos que lo alejan de la crítica descarnada. En este sentido,
seamos tolerantes con Popper porque alega por la tolerancia con los tolerantes.
Así que, sin pretender auscultar en este Karl por liberal, ni tampoco en el
otro, pues hablemos de ese valor manoseado y tan poco entendido como la
tolerancia en el PPC provincial. La tolerancia en efecto es un valor. Pero no
un valor moral –como el de las “señoras” que se dan golpes de pecho por los
pobres en la iglesia, y luego piden a los obreros que tomen agua en sus casas
con pitillo- sino el valor que abraza éticamente a la persona para hacerle
vivir principios complementarios como “igualdad” y “solidaridad”. No podemos
entender a la tolerancia si no comprendemos antes que se trata de una tríada
inseparable. Una que no se usa en palabras, como si fuese una gorra a llevar en
la playa, sino que se ejercita cotidianamente.
Entender a la
tolerancia como “aguantarse al otro” es caer en la hipocresía de la señora de
los pitillos, pues no se trata de disimular el desagrado por otra persona, sino
“abrazar la diferencia” prestando oídos, escuchando, al otro para entenderlo.
Es un ejercicio de apertura que implica poder abrirnos dentro de la escala de
valores que signamos en nuestra Carta Magna, como pacto social, -y que
aclaremos son valores presentes en varias de nuestras constituciones, por si
hay dudas- porque forman parte de nuestra identidad como nación y como no en
los Estatutos del partido en el PPC.
Ya advertía Alexis de
Tocqueville sobre ciertos peligros. ¿Y cuáles son los límites? Pues volviendo a
Popper: la intolerancia. No se puede ejercer la tolerancia ante individuos o
grupos que no crean en la tolerancia, que promuevan el odio, la afrenta, y por
supuesto la desigualdad y la insolidaridad. El PPC local y provincial liderados
por sujetos y sujetas surrealistas nunca pudo caer mas bajo contra el PP
Legitimo El Vendrell.
La práctica de la
tolerancia, la igualdad y la solidaridad son indispensables para vivir en
democracia, quienes dentro de un partido político dan ejemplo de lo contrario
parece que no entienden que SOBRAN pese a que COBRAN.